Una mujer de 31 años murió a causa de graves quemaduras en el 70% de su cuerpo durante un ritual de sanación en el municipio de Sopetrán, Antioquia. Según la Fiscalía, el Brujo de Liborina, un chamán identificado como Martín Rangel Londoño Jaramillo o alias Hoyito, le habría untado a la víctima un líquido inflamable a base de alcohol, azufre y alcanfor, prendiéndole fuego en medio del ritual.
A pesar de la gravedad de las quemaduras, el presunto responsable se habría opuesto a que la familia trasladara a la víctima a un hospital para recibir atención médica, recomendando en su lugar tratar las heridas con plantas. La mujer falleció una semana después en un centro asistencial de Medellín debido a la gravedad de las heridas.
El chamán, de 56 años, fue capturado por la Policía Nacional y enfrenta cargos por el delito de homicidio con dolo eventual. Aunque no se allanó a los cargos que le imputó la Fiscalía, la medida de aseguramiento en centro carcelario fue obtenida mientras avanza el proceso.
Este trágico incidente ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de regular la práctica de ciertas prácticas espirituales en el país, en especial aquellas que puedan poner en peligro la vida de las personas que acuden a ellas. La Fiscalía, por su parte, seguirá investigando el caso y tomando medidas para prevenir situaciones similares en el futuro.
