Shaye Groves, de 27 años, ha sido declarada culpable de asesinato por matar a su pareja con un cuchillo y 17 puñaladas en su residencia en Hampshire, Reino Unido. Según las autoridades, la mujer estaba obsesionada con las historias de asesinos seriales y utilizó documentales sobre crímenes para planear el delito. Groves tenía cuchillos, hachas vikingas y retratos de asesinos en la pared de su dormitorio.
La mujer quiso hacer creer a las autoridades que había cometido el crimen en defensa propia, después de inventar que su pareja la violó. Sin embargo, tras las pruebas y documentos forenses, se encontraron incongruencias con la versión de Groves, quien utilizó ideas de documentales sobre asesinatos para realizar un entramado de mentiras.
El fiscal a cargo del caso, Steven Perian KC, afirmó que la mujer actuó por celos, tras descubrir que su víctima había estado enviando mensajes a una niña de 13 años en Facebook. La Corona dictaminó que Groves deliberadamente creó una narrativa falsa, una coartada falsa y estaba limpiando la escena del crimen después de ver documentales sobre asesinatos.
La mujer ha sido condenada a cadena perpetua y tendrá que cumplir un mínimo de 23 años antes de pensar en una rebaja de pena, según dictaminó el Tribunal de la Corona de Winchester el 22 de febrero.