Un sacerdote panameño fue expulsado de Nicaragua por parte del régimen de Daniel Ortega, acusado de organizar una procesión de Semana Santa sin autorización.
Donaciano Alarcón, quien era párroco en la localidad de Cusmapa, cerca de la frontera con Honduras, denunció que fue detenido el lunes por la policía después de oficiar una misa.
Las autoridades nicaragüenses no han hecho comentarios al respecto. Esto se produce en medio de las tensiones entre el gobierno de Ortega y la Iglesia.
Medios opositores nicaragüenses han afirmado que el gobierno de Ortega prohibió las procesiones en esta Semana Santa. Aunque no se ha publicado ninguna norma en el diario oficial.
El superior de los claretianos para Centroamérica, Ismael Montero, afirmó que Alarcón estaba siendo seguido desde hace días. El sacerdote panameño fue detenido después de oficiar una misa, y la policía lo acusó de estar «soliviantando al pueblo» y de realizar «via crucis y procesiones», cargos que negó.
Alarcón aseguró que la situación en Nicaragua es «incómoda porque no se puede hablar nada».
«Yo nunca he hablado de política porque no me interesa, pero sí el tema de la justicia», agregó. La situación en Nicaragua se ha vuelto cada vez más tensa en los últimos años. Ortega enfrentando la oposición de la Iglesia Católica y otros grupos, así como las críticas de la comunidad internacional por su respuesta a las protestas antigubernamentales en 2018.
Las relaciones diplomáticas entre Managua y el Vaticano quedaron al borde de la ruptura el 12 de marzo. El Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense sostuvo en un comunicado que «se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas» con ese Estado europeo.
