En la ciudad estadounidense de Flint, un niño de 7 años tuvo que ser amputado de ambas piernas después de que su madre no prestara atención a los síntomas iniciales de gripa e inflamación en las extremidades del menor.
Aunque el niño presentaba síntomas de enfermedad, su madre pasó por alto la situación y no lo llevó al hospital hasta que sus piernas se inflamaron gravemente días después.
En el hospital, los médicos descubrieron que el niño tenía estreptococo del grupo A, una bacteria que puede causar hipotensión arterial, fallo multiorgánico e incluso la muerte. Pese a los esfuerzos del personal médico, los músculos y extremidades del menor quedaron destruidos, por lo que fue necesario amputarle ambas piernas.
A medida que el niño se recuperaba, sufrió una reacción inmunitaria que dañó sus riñones y su corazón, lo que llevó a los médicos a considerar la amputación de sus manos, aunque finalmente no fue necesario.
El triste caso ha generado preocupación y tristeza en la comunidad y ha servido como recordatorio para prestar atención a los síntomas de enfermedades, especialmente en niños, y buscar atención médica de manera temprana.