El Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada defendió la validez de los datos sobre 20.000 cadáveres sin identificar en Colombia, revelados en su reciente informe. Según el relator Juan Pablo Albán, la información proviene de reuniones con fuentes oficiales y organizaciones, siguiendo una metodología estricta.
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El origen de los datos sobre cuerpos sin identificar
El informe presentado la semana pasada por el Comité de la ONU suscitó controversia al incluir datos sobre cuerpos presuntamente almacenados en un hangar del aeropuerto El Dorado. Albán aseguró que la información fue corroborada por distintas fuentes oficiales, lo que respalda su veracidad.
“No podíamos dudar de la información reiterada de las fuentes entrevistadas. Nos dijeron que hay restos en lugares inadecuados, incluido el aeropuerto de Bogotá”, explicó Albán. Aunque el Comité no inspeccionó directamente el lugar, confía en la solidez de los datos recopilados.
La Procuraduría General realizó una inspección en los 27 hangares del aeropuerto sin encontrar rastros de cuerpos. A pesar de ello, Albán afirmó que estos nuevos datos serán considerados en el informe definitivo que se presentará en abril próximo.
Además, destacó que la Comisión de la Verdad en Colombia ha identificado más de 25.000 cuerpos sin identificar dispersos en distintas partes del país, lo que evidencia una problemática estructural en la infraestructura para el manejo de cadáveres.
Respuesta del Estado y próximos pasos del informe
Diversas autoridades rechazaron los hallazgos del Comité y solicitaron aclaraciones, pero Albán subrayó que la metodología empleada garantiza la credibilidad de las conclusiones. Según el relator, representantes estatales no cuestionaron los datos durante una reunión privada previa a la publicación del informe.
“La actitud del Estado colombiano fue constructiva y autocrítica. Reconocieron problemas serios, como la falta de claridad en las cifras de desaparecidos y la impunidad existente”, señaló Albán.
El relator enfatizó la necesidad de desescalar la controversia generada y trabajar en conjunto con las instituciones colombianas para abordar la problemática. Según él, es fundamental que el debate no se centre exclusivamente en el hallazgo de los cuerpos, sino en otros puntos críticos del informe, como la ausencia de un registro centralizado de desaparecidos.
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El informe señala que las cifras de desaparecidos oscilan entre 98.000 y 200.000, según las fuentes. La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) informó que más de 111.000 desapariciones ocurrieron antes del Acuerdo de Paz de 2016, sin contar las posteriores.
Una oportunidad para trabajar en conjunto
El Comité de la ONU hizo un llamado a no diluir el impacto del informe en un solo hallazgo y centrarse en la cooperación internacional para resolver problemas estructurales. Albán insistió en que el diálogo entre Colombia, el Comité y otras entidades internacionales es clave para enfrentar la crisis de desaparecidos.
La polémica también pone de manifiesto la falta de recursos y políticas adecuadas para el manejo de cuerpos sin identificar. Este es un tema prioritario que Colombia debe abordar, tanto para honrar a las víctimas como para avanzar hacia una reparación integral.
El informe definitivo del Comité, que incluirá nuevas observaciones, se espera en abril de 2025. Entretanto, la ONU reitera su compromiso de trabajar con Colombia en la búsqueda de soluciones que permitan esclarecer el paradero de los desaparecidos y garantizar la no repetición de estos hechos.