Deportivo Cali vive uno de los peores momentos de su historia, tanto en el ámbito futbolístico como en el financiero.
El Deportivo Cali está en una lucha desesperada por mantenerse en la primera división mientras trata de saldar deudas acumuladas en los últimos años. A la crisis deportiva se suman problemas adicionales, incluyendo sanciones que han caído sobre el club tras recientes incidentes con sus aficionados.
Sanciones de Dimayor agravan la crisis del Deportivo Cali
El pasado lunes 2 de septiembre, durante el enfrentamiento contra Deportivo Pasto por la octava fecha de la Liga Betplay en Palmaseca, se vivió un episodio crítico que empeoró la situación del Deportivo Cali. Cuando el marcador mostraba una derrota de 2-0 para el Cali y el partido estaba en sus últimos minutos, varios hinchas invadieron la cancha para expresar su descontento. Este incidente llevó al árbitro a dar por finalizado el partido, generando un resultado no oficial y una serie de sanciones para el club.
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En respuesta, Dimayor, la entidad que regula el fútbol colombiano, ha impuesto severas sanciones al Deportivo Cali. Según la Resolución 073, publicada el lunes 16 de septiembre, el club deberá enfrentar una serie de castigos económicos y deportivos. El artículo 5 de la resolución especifica que Cali será sancionado con la suspensión parcial de las tribunas sur y sur oriental baja por dos fechas, además de una multa de 10.400.000 pesos.
Consecuencias Financieras y Deportivas para Deportivo Cali
Además de la sanción de las tribunas, el artículo 6 de la resolución impone una «derrota por retirada o renuncia» al Deportivo Cali, debido a que el partido contra Deportivo Pasto no pudo concluirse. El resultado oficial del encuentro será de 3-0 a favor de Pasto, y el Cali deberá pagar una multa adicional de 26 millones de pesos. Este castigo afecta tanto la posición del equipo en la tabla de la Liga Betplay 2024-2 como su situación en la tabla del descenso.
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Las sanciones no solo perjudican al Deportivo Cali en términos de resultados deportivos, sino que también tienen un impacto económico significativo. La suspensión de las tribunas implica una pérdida de ingresos por la venta de boletos en esas secciones durante dos fechas. Sumado a las multas impuestas, el club enfrentará un costo total de alrededor de 36 millones de pesos. Este golpe económico llega en un momento crítico para el equipo, que ya se encuentra luchando por mantener su estatus en la primera división.
La combinación de problemas financieros y sanciones severas coloca al Deportivo Cali en una situación extremadamente difícil. Mientras el equipo intenta recuperarse de estos reveses, tanto dentro como fuera del campo, la presión sobre los jugadores, el cuerpo técnico y la directiva sigue aumentando. El futuro del club en la Liga Betplay y su estabilidad financiera parecen más inciertos que nunca.
