Siete personas muertas fue el saldo más delicado que dejan las manifestaciones hechas la noche anterior en la capital de Colombia.
Una gran cantidad de personas heridas, varios CAI destruidos, volvieron a saquear los locales comerciales y hasta varios buses terminaron dañados.
Todas las protestas se desataron debido a lo ocurrido en la noche del martes pasado entre un ciudadano y dos policías.
El abogado Javier Ordóñez murió justo después de recibir descargas eléctricas con una pistola Taser que usaron los uniformados para detenerlo.
La indignación de muchos colombianos hizo que se presentaran las protestas, aunque varios de los manifestantes volvieron a salir para acabar con lo que se les atravesara.
La policía confirmó la muerte de las siete personas anoche en Bogotá.
Ocho de los buses de Transmilenio fueron quemados y más de 40 CAI fueron destruidos. Varias entidades bancarias fueron atacadas y una gran cantidad de locales comerciales saqueados.
En busca de dar con los responsables de los homicidios de las siete personas, el gobierno nacional ofreció una millonaria recompensa.
Y es que los CAI que salieron destruidos no solo fueron en Bogotá, en Cali también tumbaron uno. Dicen las autoridades que 22 en fueron incendiados en la capital del país.
La alcaldesa Claudia López dijo a través de Twitter que era lamentable ver lo que pasó mírelo por donde lo mire. «Destruir a Bogotá no arregla a la policía. Destruirnos no arreglará nada. Concentrémonos en lograr justicia y reforma estructural a los cuerpos de seguridad».