Un espacio renovado para disfrutar los dulces típicos del Valle del Cauca
El renovado Parador Blanco de la Gelatina se ha convertido en un motor económico y turístico para Andalucía, Valle del Cauca. Este emblemático lugar, conocido por ofrecer los mejores dulces típicos de la región, ahora cuenta con una infraestructura moderna y funcional que promete atraer tanto a locales como a visitantes de todo el país.
La obra, liderada por la Gobernación del Valle, representó una inversión cercana a los $4.500 millones, y ha transformado el lugar en un espacio accesible, seguro y atractivo. Según José Otoniel Ramos Rodríguez, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Andalucía, esta renovación es un gran impulso para el sector gelatinero: “Nos sentimos felices con esta obra, confiamos en que será un gran motor económico para el Valle”.
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Un nuevo rostro para el Parador Blanco de la Gelatina
El Parador ahora cuenta con 80 locales comerciales, andenes renovados, pasos peatonales seguros, zonas verdes y una adecuada optimización de vías para parqueo. La iluminación y el cerramiento perimetral garantizan mayor seguridad para comerciantes y visitantes, convirtiendo este punto en una parada obligada en la vía Central del Valle.
La Gobernadora Dilian Francisca Toro destacó el compromiso con la comunidad al entregar la obra: “Gracias a Dios pudimos terminar este parador. Hubo dificultades, pero se lograron sortear. La iluminación, pavimentación y otros ajustes responden a las solicitudes de la comunidad. Este espacio quedó muy bonito y funcional”.
Alfredo Montaño, beneficiario del proyecto, señaló el impacto positivo de esta renovación: “Esta obra ha generado un gran cambio. Muchas madres cabeza de hogar dependen de este parador, y agradezco el apoyo que le ha dado la Gobernadora a Andalucía y al Valle del Cauca”.
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Impulso al turismo y desarrollo económico regional
Con la adecuación de una plazoleta, baños públicos y otras zonas de uso común, el Parador Blanco de la Gelatina está listo para recibir a turistas nacionales e internacionales. Además de su icónica gelatina, los productos típicos del Valle del Cauca se presentan como una oferta irresistible para quienes buscan conectar con la tradición culinaria de la región.
Este proyecto no solo embellece un punto emblemático del Valle, sino que también refuerza el turismo como una herramienta para el desarrollo económico local. Los comerciantes del Parador esperan que esta transformación se traduzca en mayores oportunidades de empleo y crecimiento para la comunidad.
