Deslizamientos y daños materiales dejan las lluvias en los municipios de Pueblo Rico y Mistrató
Las intensas lluvias que han afectado el departamento de Risaralda en los últimos días han generado múltiples desastres naturales. Entre ellos deslizamientos de tierra, crecidas de ríos y daños en viviendas. Según informó Alfredo Muñoz, director de la Defensa Civil, los municipios de Pueblo Rico y Mistrató se han visto gravemente afectados por estos fenómenos. Lo que ha generado un panorama de emergencia en la región. Los deslizamientos de tierra han bloqueado parcialmente varias vías. El incremento en los niveles de los ríos ha puesto en riesgo las viviendas cercanas.
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En Pueblo Rico, los deslizamientos de tierra en la vía que conecta con Santa Cecilia han dejado esta carretera parcialmente cerrada. “El paso solo está habilitado por un solo carril, lo que genera un riesgo adicional para los conductores y para los vehículos de emergencia”, indicó. Además, las veredas La María, Costa Rica, Dosquebradas y San Antonio del Chamí, ubicadas en Mistrató, también se han visto afectadas. Han habido deslizamientos que dificultan la movilidad y ponen en peligro a la población.
Los organismos de socorro trabajan para evitar mayores daños por las lluvias y deslizamientos
El aumento de los caudales de los ríos Yarumal, Tatamá, Taibá y San Juan, ubicados en la jurisdicción de Pueblo Rico, ha generado una alarma en las autoridades locales. Manifiestan que existe un alto riesgo de desbordamiento. Este fenómeno podría afectar gravemente a las viviendas cercanas a estos cuerpos de agua, poniendo en riesgo a cientos de personas. Las autoridades han instado a los habitantes de las zonas ribereñas a estar atentos y a tomar medidas preventivas para evitar tragedias.
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“Estamos monitoreando de cerca los niveles de los ríos, y cualquier incremento súbito en su caudal podría ocasionar desbordamientos que afecten gravemente las viviendas cercanas”, señaló Muñoz. La situación es particularmente preocupante en la cuenca del río San Juan, que ha sido identificada como una de las áreas más vulnerables ante posibles crecientes súbitas.
El clima inestable en la región ha sido exacerbado por una depresión tropical que afecta el Caribe colombiano y genera un flujo constante de nubes y lluvias hacia la zona andina del país. Las autoridades meteorológicas, a través del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), han emitido alertas que advierten sobre la posibilidad de nuevas precipitaciones y, por ende, mayores deslizamientos y crecidas de ríos en los próximos días.
Desastres en Quinchía: fuertes vientos y lluvias provocan destechamientos
Las lluvias no solo han causado deslizamientos y crecidas de ríos, sino que también han generado fuertes vientos en algunas áreas de Risaralda. En el sector de Batero, en Quinchía, las condiciones meteorológicas extremas provocaron la caída de techos en al menos nueve viviendas, dejando a varias familias en situación de vulnerabilidad. Los vientos y lluvias torrenciales destrozaron techos de zinc y escombros, y las autoridades están trabajando para proveer materiales de construcción y asistencia a los damnificados.
El impacto de estas lluvias ha aumentado la presión sobre los organismos de socorro, que han intensificado sus esfuerzos para atender a la población afectada. En muchas zonas rurales, los equipos de rescate y las autoridades locales han instalado albergues temporales para las familias desplazadas, y se ha solicitado apoyo a nivel nacional para garantizar la atención integral a las víctimas.
“Las condiciones climáticas continúan siendo complejas, y en este momento la prioridad es garantizar la seguridad de las personas afectadas por los desastres. Estamos trabajando de manera coordinada con la UNGRD y otros organismos para apoyar a las familias y prevenir daños mayores”, explicó Muñoz.
Conclusión: la situación sigue siendo crítica en Risaralda
El panorama en Risaralda continúa siendo incierto debido a las lluvias persistentes y los deslizamientos de tierra que siguen afectando a los municipios de la región. Las autoridades continúan monitoreando la situación de cerca y trabajando para mitigar los efectos de las precipitaciones, pero la situación sigue siendo crítica. Es vital que la comunidad se mantenga alerta y continúe cooperando con los esfuerzos de las autoridades para superar esta difícil emergencia.