Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP) de Colombia, fue víctima de un atentado en Bogotá el pasado 7 de marzo. Los hechos ocurrieron cuando el funcionario, que regresaba a su casa en el barrio Ciudad Montes, fue interceptado por hombres en moto. A pesar de que sus escoltas respondieron al ataque, uno de ellos resultó herido en una de sus piernas.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció el ataque en su cuenta de Twitter y atribuyó lo sucedido a las denuncias de Rodríguez contra «las mafias de contratación en la UNP». Petro pidió al fiscal general Francisco Barbosa que se agilicen las investigaciones sobre los señalamientos del funcionario.
En una entrevista con City Noticias, Rodríguez relató lo ocurrido y confirmó que él y su hija resultaron ilesos del ataque. El director de la UNP también afirmó que la noche anterior fue seguido por un vehículo, lo que sugiere que los responsables del atentado habían estado planeando el ataque durante algún tiempo.
El ataque a Rodríguez es preocupante, ya que pone de manifiesto los peligros a los que se enfrentan los funcionarios públicos que luchan contra la corrupción y la delincuencia en Colombia. La UNP es una agencia gubernamental encargada de proteger a las personas en riesgo, incluyendo a defensores de derechos humanos, líderes sociales y políticos, y periodistas. El atentado contra su director es un recordatorio de la importancia de la labor de la UNP y la necesidad de proteger a quienes trabajan en esta agencia.