El papa Francisco celebra 10 años al frente de la Iglesia católica en medio de una misa en la capilla del hotel Santa Marta del Vaticano, donde ha vivido desde su elección. El pontífice, de 86 años y nacido en Argentina, se convirtió en el primer papa latinoamericano en 2013, sucediendo a Benedicto XVI, quien renunció seis siglos después del último papa en renunciar.
Francisco ha buscado proyectar simplicidad en su papel como líder religioso y nunca ha ocupado los apartamentos papales en el Palacio Apostólico, diciendo que prefiere vivir en un medio comunitario para su «salud psicológica». A pesar de una persistente dolencia en una rodilla que lo ha obligado a usar un bastón y una silla de ruedas, el pontífice parece gozar de buena salud.
El papa Francisco ha superado el promedio de 7,5 años de los últimos 265 papas, visitando 60 países y territorios en sus 10 años como pontífice. Sin embargo, a pesar de ser originario de Argentina, no ha regresado a su país natal desde su elección, lo que ha generado conjeturas.
Francisco ha logrado superar la oposición conservadora dentro de la Iglesia que en varias ocasiones ha demandado su renuncia. Con sus 10 años de pontificado, ha nombrado al 64 % de los cardenales menores de 80 años que podrán elegir a su sucesor cuando muera o renuncie.
Aunque Francisco ha dicho que estaría dispuesto a renunciar si no pudiera lidiar con la dirección de la Iglesia católica por problemas de salud, también ha expresado que los papas deben reinar de por vida y que convertirse en un papa emérito no debe convertirse en una «moda». Benedicto XVI, quien renunció por problemas de salud, vivió casi 10 años más después de su renuncia.
