El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha generado una gran controversia después de rechazar la publicación de una fotografía de su hija menor de edad en un medio periodístico. La publicación en cuestión es del portal La Silla Vacía, que utilizó la imagen en el marco de una nota sobre la investigación que se adelanta en contra de Nicolás Petro, hijo del presidente, y su tío, Juan Fernando Petro, por presuntos delitos relacionados con narcotráfico.
El presidente Petro calificó de «canallada» la publicación de la foto de su hija menor, lo que generó una serie de reacciones en contra del medio y un debate acerca de los límites de la prensa en la sociedad. La Federación de Periodistas de Colombia (FLIP) tuvo que salir a intervenir en defensa del portal y ha llamado la atención al presidente por la forma en que se refiere al medio, advirtiendo que su pronunciamiento ha generado comentarios violentos en contra de la publicación.
En su carta dirigida a La Silla Vacía, el presidente lamentó que su reclamo haya dado pie a que algunas personas envíen mensajes desobligantes, aunque no pidió disculpas por sus declaraciones en sí mismas. El mandatario reiteró que ha dado todas las garantías para que la prensa haga su trabajo crítico sobre el caso de su hijo, pero hizo hincapié en que la imagen de su hija requería de autorización para ser publicada, ya que es menor de edad.
Petro afirmó que el ejercicio del periodismo debe ser libre, pero que al mismo tiempo debe hacerse bajo el respeto del estamento jurídico, como todos los ciudadanos. Añadió que el escrutinio a su persona y su círculo familiar es propio de su cargo, pero que esto no implica que pueda usarse la imagen de su hija sin consentimiento. Asimismo, destacó el papel que juegan los medios y agregó que en él «la prensa encontrará un presidente dispuesto a debatir y discutir con respeto las diferencias».
La FLIP, por su parte, ha resaltado que la imagen fue difundida por la propia oficina de prensa de Presidencia y ha hecho un llamado al presidente para que respete la labor periodística y no incite a la violencia en su contra. El episodio ha puesto sobre la mesa la discusión sobre la relación entre la prensa y el poder en Colombia, así como sobre los límites éticos y legales en el ejercicio del periodismo.
