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martes, mayo 21, 2024

Joven demanda a centro médico porque le extirparon los senos.

Acusaciones de negligencia y manipulación por una transición de género en la adolescencia

El sentirse identificado con un género que no se corresponde con el asignado al nacer puede ser una razón poderosa para buscar la transformación física. Sin embargo, una historia reciente pone de manifiesto los riesgos y las implicaciones éticas de los procesos de reasignación de género, especialmente en menores.

Una decisión drástica a una edad temprana

Kayla Lovdahl, hoy de 18 años, alega que fue operada a los 13 años después de que los médicos la convencieron de que era transgénero. Los profesionales de la salud en el Kaiser Foundation Hospitals supuestamente le hicieron creer que necesitaba una mastectomía, un procedimiento quirúrgico que implica la extirpación de los senos, para alinear su cuerpo con su identidad de género percibida.

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En medio de la desesperación y confiando en los expertos, los padres de Kayla aceptaron el procedimiento. Además, desde la temprana edad de 12 años, la joven comenzó a tomar bloqueadores hormonales y productos que le suministraban testosterona, presuntamente sin los estudios médicos necesarios.

Un dilema médico y legal en curso

Kayla sostiene que las acciones del hospital fueron parte de una manipulación para beneficiarse económicamente de su vulnerabilidad. Alega que fue una víctima de negligencia y manipulación, a pesar de que solo era una niña en aquel momento.

Ahora, a los 18 años, Kayla ha iniciado acciones legales contra el Kaiser Foundation Hospitals. Busca justicia y compensación por lo que considera una violación de sus derechos. Su caso ha atraído una gran atención, con muchos pidiendo una respuesta adecuada por parte del mundo médico.

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Se le ha aconsejado a Kayla buscar ayuda en una nueva clínica para abordar posibles secuelas psicológicas y revertir, en la medida de lo posible, los daños físicos causados. Este caso pone de relieve la necesidad de un examen más cuidadoso de cómo se lleva a cabo la atención médica para los jóvenes que exploran su identidad de género. La ética, el consentimiento informado y la consideración de la edad deben ser primordiales para garantizar que se protejan los mejores intereses de todos los pacientes.

Redacción El Norte Hoy

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