La iglesia italiana ha decidido suspender la presencia de padrinos y madrinas en bautizos y confirmaciones durante tres años, de forma experimental, en tres diócesis de la provincia de Caserta. El obispo considera que en la sociedad actual, los padrinos y madrinas han perdido «su valor original», ya que muchas veces desaparecen de las vidas de los niños que apadrinaron.
La fe católica sigue siendo una de las creencias con más feligreses a nivel mundial, y la figura del padrino o madrina es muy importante en las celebraciones de los católicos. Sin embargo, en algunos casos, se tiene el concepto de que el padrino también debe estar económicamente en momentos esenciales de la vida del menor que apadrinó, lo que ha llevado a la iglesia italiana a tomar esta decisión.
La misión de los padrinos y madrinas consiste en acompañar a los catecúmenos o a los candidatos a la confirmación a lo largo de todo el camino de la fe y no sólo en el momento de la celebración del Sacramento. En la actualidad, sin embargo, este papel ha perdido casi por completo su significado, quedando reducido a una suerte de cumplimiento formal o costumbre social, según se explica en la página de Facebook de una de las diócesis.
Esta medida experimental busca analizar la función real de los padrinos y madrinas en la sociedad actual y su importancia en el camino de fe de los catecúmenos o candidatos a la confirmación. La iglesia italiana espera que, al final de los tres años, se pueda llegar a una conclusión sobre la relevancia de esta figura en la actualidad.
