La historia de Olivia Farnsworth, una niña de 13 años de Huddersfield, Inglaterra, ha sorprendido a los científicos y a la comunidad internacional debido a una condición única en el mundo. Olivia es conocida como la «chica biónica» ya que no siente hambre, sueño o dolor. Su historia comenzó después de un accidente automovilístico en el que fue arrollada y arrastrada 20 metros, un incidente que para la mayoría de las personas sería mortal o dejaría secuelas de salud graves. Sin embargo, Olivia se levantó del asfalto sin mostrar ningún signo de dolor.
A pesar de sufrir quemaduras de segundo y tercer grado y marcas de neumáticos en el pecho, los profesionales de la salud que la atendieron indicaron que su reacción al dolor era nula. Se cree que esta falta de respuesta se debe a una deficiencia en el cromosoma 6 que la hace inmune al dolor y a las sensaciones de hambre y sueño. Según la madre de la menor, Niki Trepak, esta condición hace que no pueda amenazar a su hija con la típica frase «si no comes, no tendrás esto» porque a Olivia simplemente no le importa.
Los especialistas han diagnosticado a Olivia con analgesia congénita, una condición extremadamente rara que solo afecta a alrededor de 100 personas en todo el mundo. Aunque Olivia es la única persona conocida en el mundo que sufre de esta condición junto con la inmunidad a las sensaciones de hambre y sueño. La historia de Olivia ha llamado la atención de la comunidad médica y científica y se espera que se realicen más investigaciones para entender mejor su condición única.
