A los 4 años, Luan decidió que quería cambiar su nombre y su género legalmente. Sus padres no lo dudaron ni un segundo y comenzaron el proceso de cambio de identidad en el Registro Civil de su ciudad.
El proceso fue rápido y sin complicaciones, y Luan pudo cambiar su nombre y género en su documento de identidad a los pocos meses de iniciado el trámite. Desde entonces, Luan se siente más seguro y feliz, y ha podido vivir su vida de acuerdo a su identidad de género.
Sin embargo, la historia de Luan no ha estado exenta de dificultades. En la escuela, ha sufrido discriminación y acoso por parte de algunos compañeros, lo que ha afectado su rendimiento académico y su bienestar emocional. Sus padres han luchado para que se respeten los derechos de su hijo, y han buscado la ayuda de organizaciones y grupos de apoyo.
A pesar de todo, Luan es un niño alegre y lleno de energía, que sueña con un mundo donde la diversidad sea aceptada y respetada. Su historia es un ejemplo de valentía y determinación, y una llamada a la reflexión sobre la importancia de respetar la identidad de género de todas las personas.