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sábado, mayo 18, 2024

Madre es asesinada delante de sus dos pequeños hijos.

Al final de esta historia desgarradora, los niños se convirtieron en los testigos más fiables de un crimen que sacudió a la ciudad de San Justo.

Un Despertar Fatídico en San Justo

En las tempranas horas del pasado miércoles 1 de marzo, un aire de desolación inundó una precaria vivienda en las afueras de la ciudad de San Justo. Dentro de su hogar, dos niños de 5 y 7 años se convirtieron en testigos involuntarios de un acto desgarrador: el crimen de su madre, Alejandra Agustina Vargas (25). En una escena que pretendía simular un suicidio, la mujer fue hallada sin vida, con un cable negro de televisión anudado al cuello y colgada de un tirante del techo.

Revelaciones de la Inocencia y un Protocolo Activado

A pesar del dictamen inicial de la policía, que informó que se trataba de un suicidio, el fiscal Francisco Cecchini activó el protocolo de femicidio, tal como lo establecen las prácticas ante la muerte violenta de una mujer. Los niños acusaron directamente a su padrastro, Julián O. (23), y a su amigo, «Luquitas» P. (22), de ser los responsables. Con una afirmación simple y desgarradora, uno de ellos dijo: «A mi mamá la mató mi papá (en referencia al padrastro), él la colgó».

La Verdad en Medio de la Controversia Legal

Durante la audiencia de prisión preventiva llevada a cabo en los tribunales de Santa Fe, se generó un clima tenso. Las defensoras de los acusados cuestionaron la declaración de uno de los implicados en sede policial y el relevamiento de los testimonios de los niños. A pesar de las controversias, el juez ordenó la prisión preventiva para los dos implicados. El argumento fue que los testimonios de los niños son verosímiles. Además que existe evidencia de un intento de personas cercanas al acusado de mejorar su situación legal.

Un Retrato de la Violencia y un Futuro Incierto

Los niños relataron de manera detallada el macabro suceso, aportando pruebas invaluables para la causa. Ahora, Julián O. y Lucas P. permanecerán en prisión preventiva, acusados como coautores del delito de «homicidio triplemente calificado». El futuro de los niños, testigos de la violencia más cruda, es incierto. La muerte de su madre marca un antes y un después en sus vidas, que quedó plasmada en dibujos y relatos que reflejan su trauma y sufrimiento.

Al final de esta historia desgarradora, los niños se convirtieron en los testigos más fiables de un crimen que sacudió a la ciudad de San Justo. Sus palabras, un recordatorio escalofriante de la violencia doméstica que aún asola nuestras comunidades. La investigación continuará, con la esperanza de proporcionar justicia para Alejandra y un futuro más seguro para sus hijos.

El Norte Hoy

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