El triste escenario que describen las autoridades es el de dos cumples cubiertos con sábanas y tendidos sobre una cama, así fueron hallados los cadáveres de Ricardo Olaya, un joven de 22 años, y de su sobrina Danna Sofía Varón Olaya, de tan solo 9 años. Los cadáveres, según las inspecciones de la Policía, tenían sendas heridas con armas cortopunzantes. El crimen que aún sigue sin esclarecerse, mantiene consternados a los habitantes de Ibagué.
La alarma la generó la madre de la niña y hermana de Ricardo, quien, en la tarde del miércoles, hacia las 4 p. m., pidió ayuda desesperada a la Policía por la desaparición de sus familiares, con quienes vivía en la misma casa del barrio. A los agentes que la atendieron les informó que habían salido a una tienda en la mañana de ese día para comer algo.
Y, de hecho, eso sí pasó. En cámaras de seguridad se ve a Ricardo caminando por Ibagué con su sobrina, quien lo tenía tomado de su antebrazo. Él vestía un saco gris y cubría su rostro con un tapabocas, la menor vestía un buzo de color rosado y llevaba en la otra mano lo que supone, sería un helado.
Con la denuncia de la desaparición, la policía empezó a examinar las imágenes de las cámaras de seguridad en las zonas aledañas a la casa de la niña, ubicada en el barrio Jardín, y encontró el video recién descrito. Posteriormente, al joven y a la niña se les ve abordando un taxi con otra persona.
Ese vehículo los llevó cerca del terminal de transportes de Ibagué, en el barrio San Pedro Alejandrino. El taxista, en la mañana de este jueves, les manifestó a las autoridades que no encontró anomalías durante la trayectoria de la carrera.
Y mientras la policía seguía la pista de dónde estaban Ricardo y su sobrina, las cámaras de seguridad mostraron cuando ellos ingresaron a un inquilinato: una casa de tres pisos donde en la primera planta funciona un restaurante y en las demás se alquilan habitaciones por días.
Cuando los investigadores llegaron a ese lugar en la mañana del jueves se encontraron con un hombre totalmente espantado, quien les aseguró que su hijo estaba muerto en una habitación del lugar. El hombre muerto, era un hombre de 22 años y se trataba de quien habría tomado el taxi con Ricardo y la niña.
El coronel Carlos Germán Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, le dijo a Elos medios de comunicación, que la habitación había sido alquilada por el papá del joven muerto y que, según eso, este apenas llegaba al lugar porque su hijo le pidió el favor de dejarle el espacio para estar con unos amigos.
Se hizo por parte de las autoridades, la inspección de la habitación y en ese lugar, se halló a la niña y a su tío envueltos en sábanas y sobre una cama. Mientras que el cuerpo de la tercera persona estaba sobre una colchoneta.
Los cuerpos de Ricardo y su sobrina, tenían heridas generadas por arma corto punzante, mientras que el hombre de 22 años habría ingerido un veneno, el cual le causó la muerte.
Con estas primeras indagaciones, el coronel Oviedo, indicó que la hipótesis es que esa tercera persona asesinó a Ricardo y a la niña, atacándolos con un arma blanca en el cuello, pecho y rostro. Además, el tío de la menor fue hallado con las manos atadas.
Luego de supuestamente cometer los asesinatos, el hombre, quien fue identificado José Mauricio Barreto, habría ingerido el veneno para suicidarse.
No obstante, la Policía, está atando los cabos e indagando qué relación tenía Ricardo con el presunto asesino. El padre del joven, quien fue la persona que manifestó que encontró a su hijo muerto, está vinculado a la investigación y se está constatando con cámaras de seguridad la veracidad de su testimonio.
En el inquilinato, donde hay unas 16 habitaciones, ninguna persona dijo notar un episodio extraño. Por el momento, las autoridades están avanzado en la investigación que permita encontrar las causas determinantes de las muertes.
