Aumento del 11% en masacres en Colombia, en el primer semestre de 2023
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos presentó preocupantes estadísticas relacionadas con el orden público en Colombia. Según el informe presentado por Juliette De Rivero, representante de la organización internacional, durante el primer semestre de este año se han confirmado 52 masacres en Colombia, lo que representa un aumento del 11% con respecto al mismo período del año anterior, en el que se registraron 47.
Asesinatos de líderes sociales: disminución con cifras aún alarmantes
El reporte ONU sobre orden público en Colombia también aborda la situación de los líderes sociales. Si bien ha habido una disminución en los asesinatos de estos defensores de derechos, la cifra sigue siendo alarmante. De Rivero informó que 46 activistas han sido asesinados en lo que va del año, distribuidos en 39 hombres y 7 mujeres. «Sigue siendo intolerable», sentenció la funcionaria, haciendo un llamado a la protección y garantía de la vida de estos líderes que trabajan por la comunidad.
Reclutamiento infantil: un desafío persistente
El informe de la ONU no solo se enfocó en masacres y líderes sociales. El reclutamiento infantil es otra problemática que ha generado profunda preocupación. Según los datos recabados, en 2023 se han confirmado 48 casos de menores siendo incorporados forzadamente a las filas de grupos subversivos. Ante esta situación, De Rivero hizo un llamado urgente: “Exhortamos a incluir desde un primer momento el cese del reclutamiento infantil y la protección de la niñez en los diálogos o negociaciones con grupos armados no estatales”.
El informe resalta la necesidad de fortalecer las políticas de prevención y protección a estas comunidades en riesgo, así como la importancia de profundizar los diálogos y negociaciones con grupos armados para erradicar estas prácticas violentas. Además, se observa que un alto porcentaje de las masacres registradas tienen como presunta autoría a grupos armados no estatales y organizaciones criminales. A pesar de los intentos del Gobierno Nacional de establecer mesas de diálogo con estas estructuras, la violencia persiste.
La comunidad internacional, así como las organizaciones defensoras de derechos humanos, han manifestado su preocupación y han hecho eco de las cifras presentadas por la ONU. Instan al Gobierno colombiano a tomar medidas concretas y efectivas para enfrentar esta situación que afecta a miles de colombianos y que pone en riesgo la estabilidad y paz del país.
Colombia, a pesar de sus esfuerzos y logros en materia de paz en años anteriores, aún enfrenta desafíos significativos en la garantía y protección de los derechos humanos de sus ciudadanos. Estas cifras, más que un número, representan vidas y comunidades enteras afectadas por la violencia y el conflicto armado. Es imperativo que tanto el gobierno como la sociedad civil y la comunidad internacional unan esfuerzos para construir una Colombia en paz, donde el respeto a la vida y a los derechos humanos sea la norma y no la excepción.