El pasado 23 de marzo, una mujer se trasladó desde el municipio de Soacha hasta el sur de Bogotá para realizarse una liposucción a un precio de $1’800.000, una oferta que había visto en redes sociales. Desafortunadamente, tras varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos, la mujer falleció debido a complicaciones durante la intervención.
La familia de la víctima denunció en CityTV que la mujer presentaba quemaduras en su cuerpo como resultado del procedimiento. La hermana de la víctima describió que la paciente «empezó a ponerse de color amarillo, botaba mucha sangre y en general estaba muy mal» desde el primer día de la intervención.
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Este lamentable suceso ha puesto en evidencia la importancia de realizar procedimientos estéticos únicamente en establecimientos autorizados y con personal calificado y capacitado para realizar este tipo de intervenciones. Además, se recomienda a los pacientes investigar y elegir cuidadosamente a los profesionales y establecimientos en los que deciden someterse a estos procedimientos, para evitar poner en riesgo su salud y su vida.
