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jueves, mayo 2, 2024

Nace el primer bebé de un hombre muerto, tras inseminación post-mortem en Portugal

Una victoria para la voluntad parental: el pequeño Guilherme, herencia genética de un padre fallecido.

Nace el primer bebé de un hombre muerto

Tras la reciente legalización en Portugal de la inseminación post-mortem, se conoció la conmovedora historia de una madre que, contra todo pronóstico y desafío, logró dar a luz a un bebé con la carga genética de su esposo fallecido. Las redes sociales fueron el medio para descubrir esta impactante noticia que une la tecnología y el amor eterno. Nace el primer bebé de un hombre muerto

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Un amor que trasciende la muerte

Ângela Ferreira, la valiente madre y protagonista de esta historia, lideró un intenso movimiento para legalizar la inseminación post-mortem en Portugal. Tomando como base la esperma criopreservada de su marido, Hugo Neves Ferreira, quien tristemente falleció por cáncer en 2019. Ângela pudo concebir a su hijo Guilherme. Al compartir la noticia de su nacimiento en Instagram, expresó: «Hoy nuestro mundo quedó más iluminado… ¡Gracias mi amor, Hugo, por haberme escogido para este sueño!», acompañando sus emotivas palabras con una tierna fotografía del bebé.

La determinación de Ângela no solo fue producto del amor hacia su esposo. Su lucha, llevada a la pantalla en 2020 a través de una serie documental de la cadena TVI, logró capturar el corazón de más de 100,000 personas. Estos firmantes apoyaron la propuesta de legalización, empujando el tema hasta el Parlamento portugués.

Un largo camino hacia la legalización

La travesía para alcanzar la legalización de la inseminación post-mortem no estuvo exenta de obstáculos. Después de múltiples proyectos y un veto presidencial, esta práctica se legalizó en Portugal en noviembre de 2021. La ley establece ciertas condiciones, permitiendo que una mujer sea inseminada con el material genético de su pareja fallecida. Además, este procedimiento debe realizarse en un período que oscila entre seis meses y tres años después del fallecimiento. Concluido con éxito, el bebé resultante es legalmente considerado hijo del difunto.

En febrero de 2023, Ângela, siempre fiel a su voluntad de compartir su historia, anunció su embarazo en las redes sociales, ofreciendo esperanza y representando un triunfo para muchas parejas que desean perpetuar su legado genético.

Esta noticia no solo destaca los avances científicos y legales en Portugal, sino que también refuerza la idea de que el amor, la voluntad y la determinación pueden superar cualquier adversidad. Hoy, el pequeño Guilherme es testimonio viviente de esta verdad, uniendo en su existencia la memoria de un padre que ya no está y el inquebrantable amor de una madre que luchó por cumplir un sueño.

Redacción El Norte Hoy

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