La muerte del pequeño Leonel Santiago Landázuri ha generado una gran conmoción en la comunidad del municipio de Ricaurte, en Nariño. Según las versiones de los testigos, el padrastro del menor ingresó armado con un arma cortopunzante a la institución educativa donde estudiaba, se dirigió directamente al salón de clases y atacó al niño en cuatro oportunidades.
A pesar de los esfuerzos médicos, Leonel Santiago no resistió las graves lesiones que le causó su agresor y falleció en la sala de urgencias del Hospital Infantil Los Ángeles de Pasto. El hombre fue capturado en el lugar de los hechos y la Fiscalía lo acusó del delito de homicidio agravado.
El alcalde de Ricaurte, Eder Burgos, solicitó que se aplique todo el peso de la ley al responsable de este acto demencial. «Los niños se encuentran vulnerables hasta en su institución. Hacemos un llamado a la Fiscalía, a los jueces para que haya una condena ejemplar; la Policía cumplió con el deber de capturarlo, pero deben ser los jueces los que apliquen la justicia, que caiga todo el peso de la ley, no es posible segarle la vida a un niño, por eso pedimos un castigo ejemplar», comentó el mandatario local.
Por su parte, la Secretaría de Educación Departamental también rechazó los hechos ocurridos en Ricaurte y pidió que no haya impunidad para el responsable. «Lamentamos profundamente la situación que se presentó en la Institución Educativa Ricaurte. Desde la Secretaría de Educación del Departamento de Nariño rechazamos cualquier tipo de violencia y exigimos justicia para este menor de edad. Esperamos que la Fiscalía actúe con prontitud y que no haya impunidad», señaló la entidad en un comunicado.
El hecho ha generado gran consternación en el municipio de Ricaurte y en todo el departamento de Nariño. La comunidad educativa de la Institución Educativa Ricaurte ha expresado su dolor y solidaridad con la familia del niño fallecido. «Estamos muy tristes por lo que ha pasado. Esperamos que la justicia actúe con rapidez y que se haga justicia para Leonel Santiago», señaló uno de los docentes del plantel educativo.
Las autoridades locales han solicitado que se revisen los antecedentes del agresor y su estado mental para establecer las razones que lo llevaron a cometer este crimen. El caso ha puesto en alerta a las instituciones educativas del departamento de Nariño y ha reavivado el debate sobre la seguridad de los niños en las escuelas y colegios del país.
