Por segunda vez en Barranquilla, Agmeth Escaf enfrenta el descontento de la multitud.
Barranquilla vivió una jornada intensa de manifestaciones en apoyo a las reformas del Gobierno Nacional. Sin embargo, el punto álgido del día se presentó cuando el congresista Agmeth Escaf fue objeto de abucheos y consignas de rechazo por parte de los ciudadanos presentes.
Un episodio que se repite
Pasado el mediodía, las calles de Barranquilla eran un mar de ciudadanos movilizados. Maestros, obreros y campesinos del Atlántico se desplazaron desde el Sena Industrial en la calle 30 hasta la cancha del barrio Cevillar. Pero, mientras la movilización llegaba a su fin, el foco de atención se desplazó hacia el congresista Agmeth Escaf. Vistiendo una camiseta blanca con el logo del pacto histórico, Escaf no esperaba la reacción de la multitud. “Fuera, Fuera, traidor”, se escuchaba entre las voces de descontento.
Agmeth Escaf abucheado en las marchas en Barranquilla.
— La Hora de La Verdad (@Horadelaverdad) September 27, 2023
¡Menos mal los de la marcha son del Pacto y apoyan a Petro! pic.twitter.com/EX4SmSWyGi
Antecedentes de descontento contra Agmeth Escaf
Esta no es la primera vez que el congresista enfrenta tal situación en la ciudad. El 7 de septiembre, en el estadio Metropolitano, mientras disfrutaba del partido de la selección Colombia, Escaf fue objeto de abucheos. Pero, ¿qué ha llevado a este punto de tensión entre el congresista y ciertos sectores de Barranquilla?
Echaron a Agmeth Escaf del Estadio.
— Sumercé 🌐 (@Bogota2022) September 8, 2023
La sanción social por sus conductas.
👍 pic.twitter.com/uM3gMSUszb
Declaraciones tras el incidente
Después del altercado, Escaf no tardó en manifestarse. A través de su cuenta de X, desestimó la idea de que los abucheos fueran producto del descontento ciudadano hacia el Gobierno. Más bien, atribuyó la animadversión a conflictos internos del Pacto Histórico. Señaló específicamente a Máximo Noriega y a su esposa, acusándolos de resentimiento por no poder representar al Pacto en Barranquilla.
“Fue un ataque rastrero por venganza, algunos lo llamarán fuego amigo, aunque nunca tuve al señor Noriega entre mis amigos. Por fortuna siempre bien lejos de ese sujeto de tan dudoso comportamiento”, concluyó Escaf.
Con estos acontecimientos, la política local de Barranquilla se encuentra en el ojo del huracán. La tensión entre Escaf y Noriega, junto con los recientes abucheos, pone en evidencia las fracturas internas del Pacto Histórico en la ciudad. El tiempo dirá cómo estas situaciones impactarán en el panorama político local y nacional.
