Una noche fatídica: Asesinato en el Casino ‘Comodín’
En la noche del viernes, la tranquilidad del parque El Lago en el centro de Pereira se vio interrumpida por el estruendo de varios disparos. Dentro del Casino ‘Comodín’, un prestamista de 50 años era acribillado a tiros por un sicario. El hombre, Reinaldo de Jesús Ortega Zapata, había llegado al establecimiento comercial como solía hacer después de terminar su jornada laboral.
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Alrededor de las 10:00 de la mañana, Reinaldo de Jesús salió a trabajar. Cuando terminó su día, se dirigió al centro de la ciudad y entró al casino, situado en la carrera 8 con calle 23, a media cuadra del icónico parque.
Un asesinato sin piedad: Buscado y ejecutado
Según los informes, un sujeto aún no identificado por las autoridades entró al casino buscando específicamente a Reinaldo de Jesús. Cuando lo encontró, le disparó en dos ocasiones antes de huir corriendo en dirección desconocida. A pesar de la conmoción, muchos de los clientes del establecimiento continuaron con sus actividades como si nada hubiera sucedido, incluso con un cadáver en la puerta y una mujer llorando desconsoladamente.
Fueron los administradores del sitio quienes llamaron a las autoridades. Los agentes de la Policía Metropolitana llegaron al lugar pocos minutos después y, al verificar la situación, solicitaron la presencia del cuerpo de criminalística de la Sijín.
Búsqueda del asesino: La investigación
Los investigadores hablaron con los testigos y recogieron las grabaciones de las cámaras de seguridad en un intento de identificar al atacante. La brutalidad del asesinato y la impunidad con la que actuó el sicario han dejado a la comunidad en estado de shock.
Una vida apagada: El hombre detrás de la víctima
Reinaldo de Jesús Ortega Zapata nació en 1973 en la ciudad de Manizales. Sin embargo, había vivido en la capital de Risaralda durante los últimos 9 años junto a su esposa en el barrio de Corales. Trabajaba como prestamista, lo que le permitía tener su propio horario. Era padre de una hija y había experimentado la alegría de convertirse en abuelo en dos ocasiones.
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Con dos disparos mortales, la vida de Reinaldo de Jesús fue brutalmente cortada, dejando a una comunidad en duelo y en busca de respuestas. Su muerte no solo es una pérdida para su familia, sino también un sombrío recordatorio de la violencia que aún acecha en las calles de Pereira.