Reciclador salva a perrita
Reciclador salva a perrita . El reciente temblor que sacudió Colombia no solo dejó daños materiales, sino que también protagonizó un hecho conmovedor: una perrita llamada Luna quedó atrapada en el humedal Jaboque en Engativá. Gracias al coraje de un reciclador conocido como «El Flaco», Luna volvió sana y salva con su dueña, en una noche donde la solidaridad brilló más que la inacción de las autoridades.
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Temblor y un destino incierto para Luna
Luna, presa del miedo tras el sismo, huyó de su hogar. Doña Victoria Ramírez, dueña de la perrita, relató con angustia cómo, en medio de la confusión, su mascota se perdió. Después de horas buscando apoyo de los organismos competentes, todo parecía indicar que Luna pasaría la noche atrapada en el humedal.
La valentía de El Flaco, el héroe anónimo
Sin embargo, cuando las esperanzas comenzaban a decaer, apareció El Flaco. Este reciclador y habitante del área, al ver la falta de respuesta de las autoridades, decidió emprender el rescate por su cuenta. Equipado únicamente con un palo, y desafiando el frío y la oscuridad, El Flaco se adentró en el humedal. Reciclador salva a perrita.
Fue una búsqueda ardua que duró alrededor de una hora. La comunidad, atenta y angustiada, siguió de cerca su progreso. Cuando finalmente llegó a donde Luna estaba atrapada, los aplausos y vítores no se hicieron esperar. Sin embargo, el retorno no sería fácil. A pesar de la llegada tardía de los bomberos, El Flaco decidió confiar en su instinto y fuerza para llevar a Luna de regreso con su dueña.
Reconocimiento y gratitud comunitaria
La odisea culminó cerca de las 3:30 de la mañana. Doña Victoria, agradecida, se encargó de limpiar a Luna, mientras El Flaco también se despojaba del lodo con la ayuda de vecinos solidarios. Aunque se le ofreció asistencia médica, El Flaco declinó y aceptó una modesta recompensa económica por su valiente acto.
La comunidad, conmovida por su heroísmo, ha prometido tener siempre sus puertas abiertas para este hombre, que demostró que la valentía y la solidaridad no esperan aprobaciones ni protocolos.
