Protección y Apoyo Integral para la Infancia Migrante en Risaralda
En el departamento de Risaralda, Colombia, la política y la acción social van de la mano para crear un ambiente acogedor y seguro para los niños, niñas y adolescentes migrantes y retornados. Desde el 2020 hasta el 2023, el gobierno Sentimiento de Todos ha dejado una huella imborrable en la vida de más de 1400 menores de edad, proporcionándoles no solo la regularización de su situación, sino también acceso a servicios esenciales como salud, educación y apoyo social.
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La Labor Incansable del Gobierno Sentimiento de Todos
La gestión realizada por el gobierno Sentimiento de Todos en Risaralda ha sido ejemplar en su abordaje de la situación de los migrantes más jóvenes. En colaboración con la Cancillería, se han nacionalizado 40 niños nacidos en Colombia, hijos de ciudadanos extranjeros, y se ha regularizado la situación de 1392 niños, niñas y adolescentes entre 0 y 17 años de edad. Este esfuerzo titánico ha permitido que estos jóvenes puedan acceder a los servicios institucionales garantizados por el Decreto 216 de marzo de 2021.
La secretaria de Mujer, Familia y Desarrollo Social, Elizabeth Diosa, ha sido una pieza clave en este engranaje de solidaridad y apoyo. «Nuestra misión es clara: garantizar los derechos humanos y proveer servicios esenciales a estos niños y adolescentes. Sabemos que su vulnerabilidad es alta, y no descansaremos hasta asegurarnos de que tengan todo lo que necesiten», afirma con convicción.
Un Compromiso con la Salud y el Bienestar
La salud es uno de los pilares fundamentales de la atención proporcionada a los migrantes jóvenes en Risaralda. Gracias a la coordinación efectiva con diversas entidades como Migración Colombia, ICBF, OIM, ACNUR, CARE, y las secretarías de Educación y Salud, 580 niños, niñas y adolescentes han recibido atención médica integral. «No solo nos enfocamos en la atención médica general, sino también en aspectos cruciales como la planificación familiar, exámenes de laboratorio, medicamentos y apoyo psicosocial», explica Diosa.
Pero la atención no se detiene allí. Los controles de crecimiento y desarrollo, la nutrición y otros aspectos vitales de la salud también están cubiertos. «Queremos que estos niños crezcan fuertes, sanos y felices. Esa es nuestra mayor recompensa», añade la secretaria.
Apoyo Más Allá de lo Básico
El compromiso de Risaralda con los niños, niñas y adolescentes migrantes y retornados va más allá de lo básico. Además de los servicios de salud y educación, se han brindado ayudas humanitarias a 618 personas, gracias al apoyo invaluable de entidades del sector privado. Estas ayudas incluyen desde kits de alimentación y útiles escolares hasta material didáctico y ayudas técnicas.
«Queremos brindarles todas las herramientas necesarias para que puedan tener un futuro prometedor. Sabemos que el camino no es fácil, pero estamos aquí para ayudarles en cada paso», afirma Diosa con determinación.
Un Futuro Brillante y Lleno de Oportunidades
El trabajo realizado en Risaralda es un claro ejemplo de lo que se puede lograr cuando un gobierno se compromete de lleno con la población migrante. Los niños, niñas y adolescentes que han sido beneficiados por estas políticas ahora tienen un futuro lleno de oportunidades y posibilidades.
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«Risaralda ha sentado las bases para un futuro más inclusivo y equitativo. Estamos orgullosos de lo que hemos logrado, pero sabemos que aún hay mucho por hacer. Seguiremos trabajando incansablemente por el bienestar de estos jóvenes, porque creemos en un futuro donde todos tengamos las mismas oportunidades», concluye Elizabeth Diosa, con la mirada puesta en un horizonte lleno de esperanza.
El departamento de Risaralda se ha convertido en un faro de esperanza para los niños, niñas y adolescentes migrantes y retornados, demostrando que con voluntad política, colaboración y un profundo compromiso social, se pueden romper las barreras y construir un futuro mejor para todos.
