Disneyland, el icónico parque temático construido por The Walt Disney Company, ha sido durante décadas el destino soñado de millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, pocos conocen la historia de Owen y Dolly Pope, una pareja que vivió en el parque durante 15 años sin que ningún visitante se percatara de su presencia. Esta increíble historia, revelada por La Vanguardia, nos lleva a un viaje a través del tiempo, mostrando cómo esta pareja ayudó a Disneyland a superar una de sus mayores crisis.
Los inicios de Owen y Dolly Pope en Disneyland
Owen y Dolly Pope, apasionados por los caballos, conformaron un matrimonio ejemplar desde su boda en 1941. Su talento en espectáculos ecuestres los llevó a recorrer California, enamorando al público con sus habilidades. En 1950, Harper Goff, uno de los principales artistas de The Walt Disney Company, los recomendó para que llevaran su espectáculo a Disneyland.
La administración del parque quedó tan fascinada con el talento de los Pope que, en 1955, les ofrecieron la oportunidad de mudarse a una casa ubicada en Frontierland, una de las áreas temáticas de Disneyland. Así, Owen y Dolly se convirtieron en los únicos residentes permanentes del parque, desempeñando un papel crucial en su funcionamiento diario.
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La vida en el corazón de Disneyland
La vida de Owen y Dolly Pope en Disneyland era única y llena de aventuras. Durante el día, la pareja trabajaba arduamente cuidando y entrenando a los caballos utilizados en diversas atracciones del parque. Su dedicación y amor por los animales les permitieron contribuir significativamente al éxito de Disneyland, especialmente en momentos de crisis.
Durante la noche, los Pope disfrutaban de las instalaciones vacías del parque, siendo los únicos residentes, aparte del personal militar durante la Segunda Guerra Mundial. Esta situación les brindó la oportunidad de asistir a eventos exclusivos, conocer a celebridades y vivir experiencias que pocos podrían imaginar. Su hogar en Frontierland se convirtió en un refugio dentro del bullicioso parque temático, permitiéndoles llevar una vida que combinaba trabajo y placer de manera inigualable.
El legado de los Pope y su aporte a Disney World
Después de 15 años viviendo en Disneyland, Owen y Dolly Pope decidieron retirarse en 1971. Sin embargo, su historia con The Walt Disney Company no terminó allí. La pareja se mudó a Florida para trabajar en la apertura del Walt Disney World Resort. Allí, continuaron aportando su vasta experiencia y pasión por los caballos, dejando una huella imborrable en la historia de los parques temáticos de Disney.
El legado de los Pope es un testimonio de dedicación y amor por su trabajo. Su historia, aunque poco conocida, es una de las más fascinantes dentro del universo de Disneyland. La pareja no solo contribuyó al entretenimiento de millones de visitantes, sino que también jugó un papel fundamental en la consolidación de Disneyland como uno de los destinos turísticos más importantes del mundo.
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Conclusión
La historia de Owen y Dolly Pope en Disneyland es un recordatorio de cómo la dedicación y la pasión pueden llevar a experiencias de vida extraordinarias. Vivir en el parque temático más famoso del mundo durante 15 años sin ser notados por los visitantes es una hazaña impresionante que añade una capa de magia adicional a la ya encantadora historia de Disneyland.
Hoy en día, los visitantes de Disneyland pueden caminar por Frontierland sin saber que una vez fue el hogar de una pareja que vivió allí en secreto, cuidando de los caballos y ayudando a crear la magia que todos disfrutamos. La contribución de Owen y Dolly Pope a Disneyland y Walt Disney World es una parte importante de la rica historia de The Walt Disney Company, y su legado sigue vivo en cada rincón del parque.
Esta increíble historia nos recuerda que detrás de cada atracción y espectáculo, hay personas dedicadas cuya pasión y trabajo duro hacen posible la magia de Disney. Owen y Dolly Pope son, sin duda, parte integral de esa magia.