Nueva temporada seca en Colombia marcará el inicio de 2025
Tras un corto periodo de lluvias, el Ideam alerta sobre la llegada de una nueva temporada seca en el primer trimestre de 2025. Este fenómeno afectará especialmente a las regiones Andina y Orinoquía, generando preocupación por los posibles impactos en el abastecimiento de agua y las actividades agrícolas.
Un ciclo climático marcado por la inestabilidad
El fenómeno de El Niño dejó tras de sí un periodo de sequía que fue interrumpido brevemente por las lluvias de noviembre y diciembre. Sin embargo, según Ghisliane Echeverry, directora del Ideam, esta mejora es temporal. «Veníamos con un aumento de las precipitaciones en el mes de noviembre, pero en las últimas semanas han disminuido debido a diferentes situaciones climáticas», explicó. Las predicciones apuntan a un incremento puntual de lluvias hasta finales de diciembre, seguido de una nueva sequía que se extenderá hasta marzo.
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Las regiones más afectadas serán la Andina y la Orinoquía, donde se anticipa una reducción constante de lluvias. Por otro lado, en la región Caribe, enero y febrero podrían registrar lluvias por encima de lo habitual, brindando un respiro parcial a esta zona.
Impactos en Bogotá y sus reservas hídricas
La capital del país enfrenta retos particulares con la disminución de las lluvias. El embalse de Chingaza, clave para el abastecimiento de agua en Bogotá, registra niveles alarmantes del 50%, muy por debajo de lo esperado para esta época del año. Echeverry advirtió que, aunque se esperan lluvias moderadas en diciembre, el déficit persistirá hasta marzo de 2025.
Para mitigar la situación, el Distrito ha implementado medidas de regulación de la demanda y aumento de la oferta. Iniciativas como el proyecto Tibitoc buscan paliar los efectos de la sequía. Sin embargo, la directora del Ideam subrayó que, pese a estos esfuerzos, las lluvias en la cuenca de Chingaza seguirán siendo insuficientes para revertir el déficit.
Prepararse para lo inevitable
La temporada seca, típica de los primeros meses del año, presenta este año características más marcadas debido al comportamiento irregular del clima. Las autoridades recomiendan a las comunidades, especialmente en las regiones más afectadas, optimizar el uso del agua y seguir las indicaciones de los organismos de gestión del riesgo.
Para los agricultores de la Orinoquía, esta sequía podría significar retos adicionales en sus cultivos. Por su parte, la región Caribe podría experimentar un alivio temporal, aunque este panorama no se extiende a todo el país. Según Echeverry, “febrero podría presentar un leve incremento de lluvias en algunas zonas, pero no será suficiente para contrarrestar el déficit general”.
Retos futuros en la gestión del agua
El regreso de la sequía destaca la necesidad de fortalecer la infraestructura hídrica y las políticas de gestión del agua. En Bogotá, el déficit en Chingaza es una señal de alerta para mejorar la capacidad de almacenamiento y diversificar las fuentes de abastecimiento. El Ideam continuará monitoreando las condiciones climáticas y actualizando los pronósticos para que las autoridades y la población tomen decisiones informadas.
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Mientras tanto, el llamado principal es a la conciencia ciudadana. El uso racional del agua y el cuidado del medio ambiente serán esenciales para enfrentar esta nueva etapa climática.