Una nueva forma de adicción que empieza en edades mucho más tempranas, el impacto y los efectos en la salud de los cigarrillos electrónicos, así como las medidas requeridas en salud pública y la importancia de la educación especialmente en jóvenes, fueron algunos de los temas que se abordaron en el Foro ‘Inteligencia Colectiva por los menores de edad expuestos al vapeo’, organizado por la Fundación Triana Legacy en la Pontificia Universidad Javeriana Cali con la participación de la Secretaría de Salud del Valle y Cali, el sector académico y jóvenes.
A pesar del conocimiento general de que el cigarrillo electrónico es inocuo, “no es así, es altamente adictivo, tiene un contenido de nicotina superior al cigarrillo normal y se asocia con problemas de salud mental. Es un nuevo problema en salud pública, se requiere la legislación para su prohibición y limitación, pero también requiere un trabajo en conjunto del sector salud con el de educación”, aseveró María Cristina Lesmes, secretaria Departamental de Salud.
Por ello, “lo primero que debemos hacer es tratar de caracterizar en qué nicho de nuestra sociedad está accediendo al cigarrillo electrónico, involucrándose en unas encuestas que hacemos de caracterización en determinantes sociales de la salud en el Valle, es una nueva pregunta que debe incluirse; tenemos un trabajo que se hace con los colegios específicamente en los públicos con los Gestores en Salud y esto será una temática que debemos incluir”, agregó la funcionaria.
Alfonso Ávila García, especialista en medicina familiar y participante del foro, precisó que “los cigarrillos electrónicos no pueden considerarse como 95% más seguros porque no tenemos evidencia acerca de que esos efectos no se generen, tienen sustancia que son cancerígenas, que afectan las vías respiratorias, pueden llevar intoxicaciones y puede llevar a una adición, urge que exista una regulación integral y necesitamos que exista educación en diferentes espacios”, aseveró el médico, al comentar que los niños a partir de 13 años ya han empezado a usar estos dispositivos que “pueden ser la puerta para el consumo de otras sustancias psicoactivas”.
Leidy Oliveros Múnera
Periodista Gobernación del Valle
