Fidel Antonio Cordero Arrieche, un ciudadano venezolano, fue acusado de asesinar a su pareja sentimental, Luz Paloma Londoño Henao, el pasado 10 de febrero dentro de una vivienda en la vereda Buenos Aires de Calarcá.
Luego de escuchar los argumentos expuestos por la Fiscalía 19 Seccional de la Unidad de Vida de Armenia, el hombre fue enviado a la cárcel por el delito de feminicidio agravado. El juez del caso analizó los elementos materiales probatorios presentados por la Fiscalía, señalando que Cordero Arrieche había amenazado a su pareja sentimental días antes del crimen y que había demostrado un comportamiento abusivo y controlador hacia ella.
Según la Fiscalía, el acusado había amenazado a Londoño Henao con matarla si lo dejaba o se iba con otro hombre, y la había humillado y menospreciado constantemente. Además, el hombre habría vigilado las redes sociales de su pareja y habría utilizado un audio enviado por él mismo como pretexto para desencadenar el ataque.
El caso ha generado gran indignación y ha puesto de manifiesto una vez más la problemática de la violencia de género en Colombia. La comunidad ha manifestado su dolor y su repudio hacia este tipo de conductas, y ha pedido a las autoridades que tomen medidas más efectivas para prevenir y erradicar la violencia de género en el país.
La defensora de las víctimas y la Procuraduría Judicial apoyaron la teoría de la Fiscalía de la necesidad de la cárcel, mientras que la defensa del acusado se opuso a la medida de aseguramiento preventiva intramural en establecimiento carcelario, argumentando que su cliente no tenía antecedentes judiciales y que no era un peligro directo para la familia de la víctima.
Sin embargo, el juez del caso analizó los cinco puntos jurídicos necesarios para tomar una decisión y determinó que el acusado había cometido un delito de feminicidio agravado, que había demostrado una inferencia razonable de autoría o participación en el crimen, que existía peligro para la comunidad debido a la gravedad del delito, y que el acusado tenía la probabilidad de escapar del país por su nacionalidad venezolana.
El triste desenlace de este caso ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de continuar luchando contra la violencia de género en Colombia y de tomar medidas más efectivas para prevenir y erradicar este tipo de conductas. Las autoridades han señalado que seguirán trabajando en conjunto con la sociedad para mejorar la seguridad y prevenir la violencia en todas sus formas.
