Doña Luz Marina se enfrentó a la angustia y su corazón perdió la batalla
En un amargo amanecer el 19 de enero de 2024, la tranquila localidad de El Águila, ubicada en el norte del Valle del Cauca, se vio sumida en la tristeza con la pérdida de la señora Luz Marina Zapata. A las 6:27 a.m., su vida se vio bruscamente interrumpida por el pánico desencadenado por un sismo de magnitud 5.6 con epicentro en Ansermanuevo, que estremeció la región.
Luz Marina Zapata, una figura querida y apreciada en la comunidad, vivió momentos de angustia al enfrentarse al movimiento telúrico que afectó la zona. El pánico desatado en el momento crítico llevó a que su corazón no resistiera más, resultando en un fallecimiento doloroso. A pesar de los esfuerzos por trasladarla a un centro asistencial, lamentablemente, no se pudo revertir la situación.
El Sismo quedará en la historia de los Aguileños
El sismo, con una profundidad de 33 kilómetros, dejó una marca indeleble en El Águila, recordando a sus habitantes la fragilidad de la vida ante la fuerza implacable de la naturaleza.
La comunidad se une en duelo, expresando sus condolencias y solidaridad hacia los familiares de la fallecida. La Funeraria La Aurora se ha convertido en el lugar de encuentro para rendir homenaje a Luz Marina Zapata. Allí también sus seres queridos y amigos se congregan para despedirla.
El último adiós a una dama y gran señora
El luto se extiende más allá. Ya que la Eucaristía Exequial en memoria de Luz Marina Zapata se llevará a cabo en la Parroquia Inmaculada Concepción de El Águila Valle. La ceremonia, programada para el sábado 21 de enero a las 2:00 p.m., será presidida por el Sr. Obispo César Alcides Balbín.
Este trágico suceso subraya la importancia de la preparación y la conciencia comunitaria frente a eventos sísmicos. Las autoridades locales instan a la población a estar informada sobre las medidas de seguridad ante posibles situaciones de emergencia. También a participar en simulacros para fortalecer la resiliencia de la comunidad frente a estos desafíos.
La señora Luz Marina Zapata deja un vacío imborrable en El Águila, recordándonos la vulnerabilidad de la existencia humana ante la fuerza incontrolable de la naturaleza.
