Una mujer de 25 años ha sido acusada de asesinato en segundo grado después de que la Policía encontrara el cuerpo de su hijo de 3 años sin signos vitales en su hogar en Washington, Estados Unidos. La madre del niño admitió haber golpeado a su hijo con una correa y un cable porque se había orinado en la cama.
La Policía descubrió que el cuerpo del pequeño presentaba numerosas heridas, hematomas, golpes y quemaduras, lo que contradice la versión inicial de la madre de que el niño se había golpeado la cabeza con las paredes de la casa.
Los investigadores realizaron una autopsia al cuerpo del niño y encontraron que murió a causa de un traumatismo en la cabeza. La Policía detuvo a la madre y la llevó a la cárcel del condado de Pierce. La tía del niño aseguró que la familia estaba devastada y que la madre sufría de una enfermedad mental.
El otro hijo de la mujer ha quedado bajo custodia de las autoridades. La noticia ha generado consternación en la comunidad y ha puesto en evidencia la necesidad de brindar apoyo a las personas que padecen enfermedades mentales para prevenir futuras tragedias como esta.
