Noche Trágica Deja Dos Muertos y un Policía Herido

Tuluá vivió una noche de horror el pasado lunes 26 de junio con dos personas fallecidas y un agente de policía herido en sucesos separados que han dejado a la ciudad bajo el manto de la zozobra. La espiral de violencia y crimen sigue sin freno en la ciudad, sumiéndola en una creciente inseguridad.

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Confrontación Mortal en la Antigua Terminal de Transportes

El primer incidente se dio en la carrera 20 entre las calles 25 y 26, cerca de la antigua Terminal de Transportes. En un suceso aún por esclarecer, Sebastián Escobar Niño, de 29 años, se encontró en un intercambio de disparos con la policía, resultando gravemente herido.

El joven se desplazaba en un taxi y, al ser solicitado por los agentes para un registro debido a su presunta actitud sospechosa, abrió fuego contra ellos, hiriendo a uno. En su intento de escape, Escobar Niño chocó contra un poste de iluminación del sector. Gravemente herido, fue llevado a un hospital local donde, minutos después, falleció mientras era atendido por el personal médico. El policía herido en la refriega recibió un disparo en el tórax, pero, según el reporte preliminar de las autoridades, se encuentra estable y en recuperación.

Asesinato en Bello Horizonte

En un segundo acto violento, ocurrido en el barrio Bello Horizonte, dos hombres armados irrumpieron en una vivienda en la Transversal 8 con Diagonal 21. Según las informaciones, tras robar el contenido de una caja fuerte, los asaltantes asesinaron a Sebastián Gutiérrez Usma, un comerciante de leche de 63 años. Gutiérrez Usma murió en el acto tras recibir dos disparos en la cabeza. Su esposa salió ilesa después de que los delincuentes la encerraran en una habitación.

El informe de los peritos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), que realizó la inspección técnica al cadáver, confirmó la causa del deceso. Hasta el momento, las autoridades administrativas de Tuluá no han emitido ningún pronunciamiento sobre estos acontecimientos que, indudablemente, agudizan la sensación de inseguridad en la ciudad.

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La esperanza de los ciudadanos de Tuluá es que los responsables de estos crímenes sean llevados ante la justicia para así poder cerrar estos dolorosos capítulos y buscar una recuperación de la tranquilidad en su ciudad.