Disturbios en el Pascual Guerrero: un final abrupto para la Copa Colombia 2024
La esperada final entre América de Cali y Atlético Nacional quedó interrumpida al minuto 85 debido a actos violentos protagonizados por la barra Barón Rojo Sur en el estadio Olímpico Pascual Guerrero. Los disturbios dejaron más de 30 personas heridas, 400 sillas destruidas y daños considerables en los baños del sector sur del estadio.
En respuesta, la Secretaría de Seguridad y Justicia de Santiago de Cali tomó medidas severas. El América de Cali jugará los primeros cinco partidos de 2025 a puerta cerrada. Además, se suspendió la tribuna popular sur por seis meses, con la intención de convertirla en una tribuna familiar. También se bloqueó la venta de boletería a las 7.000 personas que adquirieron entradas para esa sección.
La Comisión Local de Fútbol y la Secretaría de Seguridad trabajarán para identificar a los responsables de los hechos violentos. La Policía Judicial adelanta investigaciones para judicializar a los involucrados, quienes podrían enfrentar cargos por violencia contra servidores públicos, lesiones personales y hurto.
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Sanciones ejemplares y su impacto en el América de Cali
Las sanciones emitidas por las autoridades locales son solo el principio. Aún se espera la decisión de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), que podría imponer sanciones adicionales conforme al Código Único Disciplinario de la Federación Colombiana de Fútbol.
Según este reglamento, los actos de violencia en el estadio pueden derivar en multas de hasta 12 salarios mínimos y suspensiones de entre dos y cuatro fechas. Además, el equipo infractor estará obligado a cubrir los costos de los daños ocasionados.
La conducta violenta de los aficionados podría tener consecuencias aún más graves si se considera que las pancartas insultantes, el uso de objetos inflamables y la invasión del terreno de juego forman parte de los eventos ocurridos durante la final. Estos hechos, descritos en el informe arbitral, serán clave para determinar la magnitud de las sanciones.
Hacia un cambio en los estadios: medidas para garantizar la seguridad
El caso del Pascual Guerrero reaviva el debate sobre la seguridad en el fútbol colombiano. La propuesta de transformar la tribuna sur en un espacio familiar representa un intento por erradicar la violencia y fomentar un ambiente más inclusivo.
Las medidas también incluyen controles estrictos para las barras de la tribuna oriental, donde también se registraron incidentes menores. Este enfoque busca prevenir futuros desmanes y garantizar que el espectáculo deportivo no se vea empañado por actos de violencia.
Reacción de la comunidad y expectativas a futuro
Aficionados y analistas deportivos coinciden en la necesidad de sanciones ejemplares. Muchos destacan que es fundamental trabajar en la educación de los hinchas y reforzar los controles de ingreso a los estadios. Las autoridades han instado a los clubes a asumir un rol activo en la prevención de conductas violentas.
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El fútbol colombiano enfrenta un reto crucial. Las decisiones tomadas en este caso podrían sentar un precedente para mejorar la seguridad en los estadios y recuperar la confianza de los aficionados. Mientras tanto, los hinchas del América de Cali tendrán que esperar para volver a ver a su equipo jugar con el apoyo de su público.