Durante la tarde del pasado martes, el conductor involucrado en el accidente donde lamentablemente murió una menor de 12 años, se presentó de manera voluntaria ante las autoridades que desde ese día no habían descansado buscándolo. El ente encargado investigará y determinará si existe un posible caso de homicidio culposo, o una omisión de socorro. A la niña la arrolló un vehículo en una vía de Cundinamarca.
Los sueños de esta pequeña estudiante de sexto grado se frustraron tras el fatal siniestro ocurrido el pasado domingo 11 de diciembre aproximadamente a las 3:30 de la tarde. La menor estaba acompañada de su padrastro y de su madre, la cual llevaba a su hermanito menor en un coche al lado de ella.
De acuerdo a las declaraciones, la familia iba caminando por un costado de la vía cerca al sector de Loteo Malagón, en Zipaquirá, Cundinamarca, cuando fue impactada por un vehículo kia Picanto de color rojo. Los testimonios relatan que el conductor trató de huir, pero dos personas que pasaban en moto y vieron lo que sucedió, persiguieron al presunto responsable y lo hicieron regresar. Fue entonces cómo se vio obligado a atender la situación y el mismo tuvo que llevar en su vehículo a la menor gravemente herida, hasta el Hospital Regional de Zipaquirá. El cual quedaba a tan solo unas cuadras del lugar del accidente.
Sin embargo, testigos dijeron que una vez sacaron a la menor del vehículo el hombre escapó. Debido a la complejidad de las heridas, la pequeña tuvo que ser remitida al Hospital Simón Bolívar en Bogotá, donde falleció en horas de la noche.
Las autoridades fueron apoyadas por testimonios y además, tuvieron acceso a un video de una cámara de seguridad ubicada muy cerca del sector del accidente. En dicho material probatorio se puede observar como el automóvil involucrado pasa muy cerca del andén arrastrando todo a su paso. Según familiares de la víctima, el presunto responsable estaría bajo los efectos del alcohol cuando atropelló a la niña, quien sufrió politraumatismo en el cráneo, condición que le habría causado la muerte.
