El aumento del precio del corrientazo impacta a miles de colombianos
El inicio de 2025 ha traído consigo un panorama de ajustes económicos en Colombia que afecta directamente a los bolsillos de miles de ciudadanos, especialmente a aquellos que recurren al popular «corrientazo«. Este almuerzo económico, que tradicionalmente incluye sopa, plato principal y bebida, ha experimentado un aumento de entre 1.000 y 2.000 pesos. Este incremento refleja los efectos de una subida en los costos de los combustibles, peajes y productos básicos, impactando no solo a los consumidores, sino también a los establecimientos que ofrecen este tipo de menú.
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El «corrientazo» es una opción muy popular entre trabajadores, oficinistas y estudiantes debido a su precio accesible y su facilidad para satisfacer el almuerzo de manera rápida. Sin embargo, con el ajuste en los costos de los insumos, muchos colombianos se verán obligados a ajustar sus presupuestos mensuales, ya que este aumento en el precio puede representar un gasto adicional de hasta 40.000 pesos al mes para quienes consumen este tipo de almuerzos de forma diaria.
¿Qué está detrás del aumento en el precio del almuerzo ejecutivo?
El incremento en el precio del corrientazo es el reflejo de un fenómeno económico generalizado que afecta a varios sectores. En primer lugar, la logística de transporte juega un papel clave, ya que los costos de los combustibles y los peajes han subido considerablemente en los últimos meses. Esto ha generado un aumento en los costos de distribución de los alimentos, lo que, a su vez, impacta los precios de los productos que se utilizan para preparar el corrientazo.
La canasta básica, compuesta por elementos como arroz, papas, carne, pollo y vegetales, también ha visto un aumento en sus precios, lo cual ha encarecido la producción de estos almuerzos. Además, los establecimientos que venden corrientazos deben hacer frente a los costos de alquiler, personal y otros insumos, lo que agrava aún más la situación económica.
Este ajuste no solo afecta a los consumidores de corrientazos, sino también a otros alimentos populares en Colombia. En Bogotá, por ejemplo, el precio del pan, que actualmente oscila entre los 400 y 500 pesos por unidad, podría experimentar un incremento debido al aumento en los costos de insumos básicos como el azúcar y las margarinas. De igual forma, otros alimentos como las empanadas, las arepas de huevo y los pasteles de yuca, cuyo precio actual está entre los 2.500 y 3.500 pesos, también enfrentarían incrementos en las próximas semanas debido a la presión sobre los costos de producción.
Impacto económico del aumento del corrientazo en los hogares colombianos
Para los colombianos que dependen del corrientazo como su comida diaria, este aumento representa un gasto adicional importante, especialmente en un contexto donde la inflación general afecta a diversas áreas de la vida cotidiana. Un cálculo aproximado muestra que, de mantenerse este incremento, los colombianos que comen fuera de casa cada día podrían gastar entre 40.000 y 60.000 pesos adicionales al mes, lo que se traduce en un desafío económico significativo para muchas familias.
Además, este aumento tiene un efecto en cadena, ya que el incremento en el precio del almuerzo barato puede llevar a los consumidores a cambiar sus hábitos alimenticios. Algunos podrían buscar alternativas más económicas, mientras que otros, debido a la falta de opciones asequibles, podrían verse obligados a reducir el número de almuerzos fuera de casa. Esto afectará a los negocios que dependen de este tipo de consumidores, especialmente a los pequeños restaurantes y comedores, que podrían ver reducida su clientela.
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¿Qué se espera para el futuro?
Con el aumento del precio del corrientazo y otros alimentos básicos, los colombianos se enfrentan a un panorama económico incierto para los próximos meses. Aunque los ajustes en los precios son una realidad en la mayoría de los sectores, se espera que, a medida que los costos de los insumos se estabilicen, el impacto sobre el precio del corrientazo también disminuya.
Sin embargo, los consumidores deberán estar atentos a nuevas alzas y hacer ajustes en sus presupuestos personales para mitigar el impacto de la inflación. Las autoridades económicas del país también deberán evaluar las medidas necesarias para frenar el alza desmedida de los precios de los alimentos y garantizar que los colombianos puedan acceder a opciones de comida económica sin comprometer la calidad de vida.