La noche del viernes 28 de abril, la empresa Esmeraldas Santa Rosa reportó un secuestro masivo de 50 trabajadores por parte de un grupo armado que ingresó violentamente a las instalaciones de la empresa ubicada en Maripí, Boyacá. La compañía informó que los criminales desarmaron al personal de seguridad e ingresaron a los niveles más profundos de la mina.
En un comunicado de prensa, la empresa señaló que activaron inmediatamente un protocolo de seguridad y alertaron a la administración municipal para preservar la vida e integridad de los trabajadores y vigilantes. Sin embargo, el sábado por la mañana, el gobernador de Boyacá, Ramiro Barragán, anunció que los trabajadores ya habían sido liberados y que el Ejército capturó a tres de los ocho secuestradores.
El gobernador Barragán tuiteó: «Situación normalizada desde hace unas horas en la mina Santa Rosa de Maripí. Tres de las ocho personas involucradas en el hecho fueron capturadas gracias a la rápida reacción de nuestro @COL_EJERCITO cuando intentaban huir. Se les hallaron armas hechizas. Boyacá es territorio de paz y no vamos a permitir que violentos traten de quitarle la tranquilidad a esta tierra».
Cabe mencionar que la mina Santa Rosa ha estado operando desde 1997 y, según la Agencia Nacional de Minería, cuenta con más de 300 empleados que trabajan en Maripí y en el municipio vecino de Muzo.
Este incidente ha generado preocupación en la región y ha puesto de relieve la necesidad de una mayor seguridad para las empresas mineras. Es importante destacar que la actividad minera es una de las principales fuentes de ingresos en Boyacá, por lo que la seguridad en esta industria es fundamental para el desarrollo económico y social de la región.
